Fallecimiento de la coordinadora de la Subsecretaría de Cultura y Educación  Irene Rodríguez.

El texto que César Gustavo De Gerónimo, subsecretario de Cultura y Educación, publicó en sus redes sociales en memoria de su esposa, Irene Rodríguez.   Esta fue la primera canción que aprendimos juntos. Mirando en el espejo del tiempo me doy cuenta de que era la pintura exacta de una persona enorme, pero que no hacía sombra, todo lo contrario, iluminaba todo a su paso. Que se preocupaba por el bienestar de los demás y que, lo que parecía una pérdida de energías, en realidad se trataba de la siembra que fue haciendo desde los lugares que le tocó como amiga, esposa, madre, docente y funcionaria. Y es que no sabía ser de otra manera.  Ire, no creo que ninguna palabra pueda reflejar el dolor que sentimos los que quedamos. Sí nos sirve de consuelo el amor que abrumadoramente nos están demostrando todos los que pasaron por tu hermosa vida. Ese amor que, en cada mensaje, o llamado, o abrazo en la calle o desde la distancia, agranda tu figura.  Viniste a mi vida a enseñarme y apuntalarme. Me queda el legado: la noble tarea de estar atento al bienestar de los que nos rodean, de ver reflejados nuestros sentimientos en las vivencias del otro. De continuar la bella tarea de padres que nos tocó con nuestros hermosos hijos.   Ire, sólo espero que, de alguna manera, en el lugar que sea, podamos encontrarnos y decirte: Tarea cumplida.  
“Eres tu”.  (Mocedades)

Como una promesa eres tú, eres tú

Como una mañana de verano

Como una sonrisa eres tú, eres tú

Así, así eres tú

Toda mi esperanza eres tú, eres tú

Como lluvia fresca en mis manos

Como fuerte brisa eres tú, eres tú

Así, así eres tú

Eres tú como el agua de mi fuente

Eres tú el fuego de mi hogar

Eres tú como el fuego de mi hoguera

Eres tú el trigo de mi pan

Como mi poema eres tú, eres tú

Como una guitarra en la noche 

Todo mi horizonte eres tú, eres tú

Así, así eres tú

Eres tú como el agua de mi fuente

Eres tú el fuego de mi hogar

Eres tú como el fuego de mi hoguera

Eres tú el fuego de mi hogar

Eres tú como el agua de mi fuente.